jueves, 28 de febrero de 2013

Escrivivimos





En verano y frente al mar terminamos una temporada más del escriviviendo. Las asignaturas como las series de Tv tienen muchos capítulos, a veces buenos, a veces malísimos. Hay días que no te da la gana verla, hay días que no te la quieres perder. Y siempre terminan en el mejor momento, dejándonos con sabor de boca. Espero que el escriviviendo 2012 haya servido para recargar la energía creativa que tanto nos niegan.
¿Cuáles son las mejores imágenes de la temporada? Cada uno escoge, claro. Junto algunas que particularmente me tocaron:
el personaje grosero de Renato, siempre en los bajos fondos, siempre en busca de alcohol y mujeres que se puedan pagar, pero con una tristeza permanente en los ojos; la isla en los relatos de Diogo, que saben a mar y a memoria de pueblo; las luces de Ju, que iniciaron el blog como una lluvia de colores y lo cerraron llevando esos colores a  nuestro interior (inmensos saltos hacia el infinito); la crueldad refinada de Bárbara, con historias que ponen los pelos de punta, pero que impiden dejarlas, de tan bien construidas; la delicadeza de los textos de Grazi, que dependen de un detalle, leve como el viento (no me quito de la cabeza aquel muchacho que saltó por la ventana); la capacidad de capturar lo complejo y abstracto de Beatrice (el paso del tiempo pasando por mí); las palabras-ladrillos de Elys, dibujando historias emocionantes, como la del vestido rojo en el lago; el trabajo con la lengua de Patrícia, buscando siempre un relato denso, amarrado; los personajes chistosos de Ismael (la abuela de Sid, el poemita ososo) y una imagen deliciosa del cielo; la pesquisa persistente por el lenguaje de Luciana; el collage de Cecilia: receta para los enigmas del ser; el árbol mágico de Celia: Guarapuvu; la tristeza hecha palabras de Dijuliana, para encontrar su propio camino; el pájaro mirando al cielo de Lorena (nos sentimos así tantas veces); las esperas de Liliane; y la naturaleza en las cosas de Pedro, como esta foto, que me encanta:




Espero que lo hayáis pasado bien, sintiendo la escritura y la imaginación como lo más nuestro, un aliado, que nos dice, nos resucita, nos deja gritar, pero que también nos permite construir nuestro mundo.

Gracias por acompañarme este semestre. Fue muy bueno aprender con vosotros.


Meritxell

¿Continuaciones? eso nunca se sabe, depende de la audiencia.