viernes, 30 de noviembre de 2012

Invasión


...Y sin embargo era apenas el principio, porque tal cual una flor meneada por el viento, atraía el colibrí consintiendo una dulce invasión.

Cecília; Beatrice

jueves, 29 de noviembre de 2012

Plañidos



"Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban [...]" 
                                                                               (Júlio Cortázar - "Rayuela" - cap. 68)

PLAÑIDOS

Apenas él le amaba el llanto, a ella se le agolpaba el deseo y caían en lágrimas, en salvajes momentos, en sollozos exasperantes. Cada vez que él procuraba desenlazar los nudos, se enredaba en un laberinto de lamurias y tenía que aceptar el nuevo, sintiendo cómo poco a poco las miradas se reflejaban [...]

(Renato e Juliana)

lunes, 26 de noviembre de 2012

Osadía

... Y sin embargo era apenas el principio, porque en dado momento ella fue tomada por un escalofrío, consistiendo así que él aproximara suavemente su osadía.

Académicas: Elys, Grazi, Kerlly, Liliane

VALERIA: LA PROFESORA ECOLOGISTA

                                       

Valeria siempre fue una aficionada por literatura fantástica, desde chica le encantaba leer las novelas Jorge Luis Borges, Alejo Carpentier, Julio Cortázar y Gabriel García Márquez. Cuando estudiaba en la escuela secundaria, decía que querría ser profesora de literatura, que era su sueño y que así sería muy feliz.

A los 17 años Valeria ingresó en la carrera de Letras en Universidad Nacional de Rosario, que tiene mucho prestigio en Argentina. Durante la facultad, conoció desde muy cerca los problemas educacionales de su país, lo que la dejó muy triste pero con ganas de hacer de todo para mejor la enseñanza, principalmente en su área que era la literatura.

Todavía era una estudiante universitaria cuando se tornó una ecologista, escribía en un blog de divulgación científica noticias de barbaries contra la naturaleza. Eran tantas las atrocidades que divulgaba que se quedó  sin esperanzas de un mundo mejor, ya no creía que el hombre un día aprendería a convivir en harmonía con la naturaleza, pero hacía su parte divulgando los hechos,  plantando árboles y separando la basura orgánica de la reciclable.

Cuando recibió en la facultad, con 28 años, empezó a impartir clases en una escuela municipal, en un barrio de clase media, al norte de la ciudad de Rosario, sentíase realizada con su trabajo pero quería más, deseaba ser una profesora universitaria. Pasados algunos años fue seleccionada en un concurso para profesor de Literatura Hispánica en la Universidad de Buenos Aires y se cambió para la capital con mucho gusto.

En las vacaciones de invierno del año de 2002, ella se sentía muy deprimida y decidió irse a Madrid, allá podría olvidarse de sus problemas y de su tristeza. Llegando a la capital española, se deparó con un calor de más 40˚C, no podía salir del hotel por el sol que la mataba y decidió que domingo se iba al Rastro, que es un gran mercado de antigüedades que ocurre en el centro de Madrid, pensaba en comprarse un sombrilla, pues no aguantaba más tanto sol y calor.

Corrió el metro y bajó en la estación de Embajadores y cuando salió no podía creer, ya le habían dicho que era muy grande el rastro, pero no imaginaba que fuera tanto. Se quedó maravillada y salió caminando a buscar la sombrilla, que tanto deseaba, ya que ese día también hacía muchísimo calor.

Finalmente encontró una sombrilla que la encantó, era maravillosa, negra y con puntitos rojos, un poco vieja y llena de hilachas pero no pasa nada. Según dueño de la sombrilla, un gitano que por el acento se pudo percibir que era de Andalucía, esa sombrilla había pertenecido a una surcoreana, muy conocida por ser la primera gueisha de Madrid y que costaría 5 euros. Con ese argumento ella decidió comprar la sombrilla,  sería el fin de tanto sol en la cara. Ya buscaba el dinero en su cartera cuando se dio cuenta de que en la tienda del gitano había un marfil. Le preguntó se era de verdad, a lo que él respondió que sí y que era de un elefante indiano, llamado Infante, que trabajaba en un circo en Vallecas y que por estar mal de la pata, le sacrificaron. En resumen, ese marfil de un legítimo elefante indiano le costaría tan solo 10 euros.

Valeria no suportó ver tanta crueldad contra un animal,  miraba a otras tiendas y veía muchos animales maltratados a venta, y también restos de animales como patas y cuernos de buey. Se sentía muy deprimida con lo que había visto, volvió al hotel, escribió una carta diciendo que se no soportaba más vivir en un mundo tan cruel y se tiró la ventana.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Ella

Hace mucho tiempo que tengo ganas de poseerla, nunca me senti tan a pleno como cuando ella estaba arriba mio, intentando equilibrarse en el aire, todavía su piel era negra, negra como un cielo sin estrellas. 
Pobre mujer, decían que ella era muy inteligente, y que un día fue profesora, pero dejo todo, todo por ella, por la ilusión de que realmente podría hacer la magia; yo se que fue una mentira, porque ella solamente vive a través del sentimiento del otro. Pobre mujer, si no fuera por aquel andaluz, podríamos estar todos juntos, tal vez en un gran circo de las afueras de Buenos Aires. Cuando una persona esta obsesionada, no hay nada que uno pueda hacer, y eso paso con el gitano, pensaba que solamente con ella podría ser feliz, hasta sus marcas le dejo, el rojo de Andalucía. El problema es que la gente habla, y todos ya conocían su fama, saben de su gran poder, el poder  de transformar el llanto en risa; y el viento que de sordo no tiene nada y que tenia los ojos rojos de tanto llorar, la robo sin peros, sin dudas, el gitano quedo con la boca abierta, mirando como su sombrilla bailaba en el aire. Yo como elefante que soy, !si!, soy un elefante, ?y que? Camino por el mundo con la esperanza que un día pueda verla de nuevo, y así secar mi rostro, ya que no he podido para el llanto hasta hoy.


Percibimos que por un instante la cerca estaba abierta. No pensamos dos veces: salimos corriendo hasta la floresta sin mirar hacia atrás. Después pensé en cómo podía existir gente como aquella en el mundo. Cuidadosa y a la vez violenta. Y pensé también en la suerte que tuve de haber encontrado mi amigo Pirata. Lo único que hacía era ladrar cuando no estaba de acuerdo conmigo (Pirata aun no sabía hablar). Paramos para descansar. Y decidimos que nos olvidaríamos de todo nuestro pasado cruel. Primero precisaríamos hallar un abrigo donde pasar la noche. Lo que no era fácil debido a mi tamaño. Luego Pirata sintió un olor muy cerca de donde estábamos (me señaló que era de humo). Caminamos un poco más y vimos de lejos un hombre con una tetera en una de las manos. En la otra agarraba un poco de café. Era un gitano. Nos acercamos y el hombre nos dice que podíamos pasar la noche allí alrededor de la hoguera. Era la primera vez que sentíamos la sensación de libertad en nuestros cuerpos y almas maltratados. La noche se había transformado en algo bello y silencioso. Al día siguiente el gitano se marcharía y nos invitó a vivir con él. Aceptamos. Nos había dicho que estaba de viaje a Madrid. Arregló sus cosas en su carro y seguimos camino: quería encontrar algo por que vivir, confesó. Dos días después de la llegada a Madrid, nos instalamos en la Plaza Mayor. Fue exactamente en el tercer día en que todo comenzó. Se nos acercó una profesora de la escuela secundaria, curiosa por saber qué un elefante, un perro y un gitano hacían en la ciudad. Le explicamos todo. Y ella nos ha dicho que hallaba todo aquello muy extraordinario. De aquella tarde adelante nos visitó todos los días en el mismo horario. Siempre venía con una sombrilla negra con puntitos rojos que combinaba perfectamente con su traje oscuro y discreto. Con el pasar de los tiempos, era perceptible que ella se había encantando del gitano. Y él de ella. Un día salieron a caminar y platicar. Fueron hasta una feria junto a la plaza. Los dos declararon el amor que sentían. Pero él no se quedaría mucho tiempo allí. Por eso la invitó a que ella abandonase la escuela y fuese a vivir con él, viajar por el mundo, solo con el compromiso de estar juntos. Ella le dice no, que no podía hacer eso con sus alumnos. Él se enojó y le dice que se iba a marchar, que ahora tenía la prueba de que ella no le quería. Ella se fue a su casa y pensó en matarlo. Después pensó en matarnos todos. Estaba convicta de su plan: mataría al gitano y a mí y vendería mis marfiles al Mercado Negro. Al Pirata le abandonaría en algún lugar lejos de la ciudad. Cogió un cuchillo en una mano, la sombrilla en la otra y se dirigió hasta donde estábamos. Y es increíble como todo cambió: en algunos segundos, después de la pelea, la mujer estaba tirada en el suelo, la sombrilla al lado había cambiado de color, el gitano a los pies de su amada lloraba. Y nosotros seguimos caminando. Teníamos la suerte de tener uno al otro.

El fuego de la amapola

(Beatrice e Ismael)

Aquél no seria un día común en la vida de la profesora Pilar, que a lo largo de sus casi treinta años de vida solo había conocido el mundo por sus libros y papeles amontonados en la biblioteca donde pasaba horas planeando las clases de literatura. Desde allí las letras se convertían en sueños que la dura realidad trataba de borrar sino fueran los pequeños hechos que sucedían como la visión que hacía dos semanas tuvo en el escaparate de la tienda de antigüedades ubicada en el camino monótono que todos los días recorría hasta su casa. Una sombrilla negra con puntitos rojos imitando amapolas. Vieja y llena de hilos cuyas marcas guardaban la historia de una reina de la noche, tal cual la de un personaje de un cuento que solía leer por las noches. Durante meses la miró esperando completar las economías de su desmedrado patrimonio domestico. Aquel día salió temprano, con más prisa que en los días normales, y a las nueve estaba pagando su compra preciosa. Tenía la sombrilla en las manos cuando un ruido inexplicable invadió la tienda y Pilar se percató que todo a su alrededor estaba destruido, los escombros se caían, una mezcla de miedo y espanto se apoderaba de ella y empezó a temblar cuando se dio cuenta de la escena: un elefante indio, cubierto con trapos coloridos y brillantes estaba a sus pies y a lo largo el gitano intentando inútilmente controlar la situación. Los ojos de Pilar contemplaban la profundidad de esos ojos gitanos. Su cabeza empezó a girar, sus ideas, sus lecturas, sus imágenes, su mundo en fin, boca arriba. Él le devolvió la mirada de una forma penetrante, con tanta fuerza que Pilar empezó a olvidarse de aquel ambiente de desolación y de destrucción mezclándose un sentimiento de atracción e de intimidación que la aterrorizaba porque le recordaba su ex novio y como su vida fue infeliz junto a él. Por lo que decidió abrir la sombrilla para detener la pesadilla que le estaba viniendo a su cabeza, sin embargo el rojo amapola de la sombrilla oscura evocó en el elefante el fuego que casi lo consumió en el pasado y como si un huracán fuera, el elefante si giró envistiendo su trompa la sombrilla que la profesora Pilar sujetaba y sin que el gitano nada pudiera hacer, se transformó en un mero espectador cayéndose de rodillas encharcando el suelo de lágrimas porque no pudo impedir la visión de ese tablado terrorífico. Nunca leyó la biblia, pero cantaba las saetas de como murió Jesús a manos del soldado romano en la Semana Santa. Canciones profundas, llenas de sentimiento y que ahora se transformarían en la peor de sus pesadillas por lo que estaba presenciando.

lunes, 19 de noviembre de 2012


Profesora de Literatura, Tiene 28 años, Vive sola en Buenos Aires, Argentina. Es infeliz, misteriosa - delgada, siempre usa ropas oscuras- es atea, sus clases son excelentes  es muy respetada por sus alumnos. Ha intentado suicidarse.

Una sombrilla

Una sombrilla negra con puntitos rojos imitando amapolas. Está vieja y llena de hilos, y con el tiempo va a ser depositada en una tienda de antiguidades. Sus marcas guardan la historia de una reina de la noche.
El (in)fante

Elefante indio, se llama el (in)fante y vive en la calle caminando. Tiene muchos amigos. Su mejor amigo es un perro que se llama pirata. Es muy alegre, pero en este momento no anda muy bien de la pata.

- Juliana
- Patricia
- Renato

Personaje Gitano

Un gitano, de 27 años, con cara desconfiada y endurecida, ojos negros y inexpresivos, nariz aguileña, boca habladora, cuello fino, pestañas largas y ásperas, cabellos negros y ondulados, manos ágiles, alto, esbelto, se viste de manera sencilla, ingenioso, inteligente y prudente. Nación en Granada (Andalucía) y es cantaor de cante jondo.

...Esta clase fue muy productiva. Finalmente me voy a comer. Ese ascensor siempre me demora justo cuando tengo prisa. El señor José siempre piensa que necesito ayuda para bajar a la calle. Es acera es horrible, me duele mucho mi pierna para llegar por aquí, me voy por otro lado. Allá se va Jaime, que lindo! Siempre me mira con peña y no con amor. Qué Lastima.
Hay no hoy es pollo a fantasía, nadie lo merece. Que bueno estar sentada en el RU. Aquí nadie me mira con despreso. Sentada, los chicos me miran con deseo. Que locura. Bueno ahora, dormir un poquito en la BU, antes de la pasantía. ZZzzZZzZzzzzZZzzzZZZzzz
     Este vestido me queda bien, su movimiento es suave, casi como al jugar en una caniga de rueda, que me acuerdo que jugaba sola: Todavia sigo sola, pero ahora puedo comprar este vestido. Y jugando me acuedo de aquel hombre en trajes de luto, su olor extraño y su mano aspera en mis roldillas. Yo era una niña, y sigo jugando sola.
 
     Maldito sea aquel viejo loco, no me dejaba jugar sola, soy alema, así que no debia tocarme, debia respetar mi espacio de niña, que solo quiere jugar sola, en una cantiga de rueda, con mi nuevo y lindo vestido que me queda tan bien, que fue compredo con el sudor de mi trabajo... Ah, como ódio a mi trabajo, creo que necesito un cambio en mi vida, me voy a vivir en la playa, ya no puedo estar viviendo en la locura del centro de la ciudad, mejor, voy a tornarme una hippie t así podré huir de esa locura de vida.

domingo, 18 de noviembre de 2012


Una anciana viuda de 82 años, vive sola y revuelve su cajita de fotografías y recuerdos.

¡Ah! Esa aquí fue en un día muy lindo aún éramos jóvenes y no había pasado lo terrible, Camila, Kelly, Juan y yo en la playa Daniela  ah que buen tiempo todos amigos y sin ese dolor en las espaldas que me está matando porque los años tienen que traer tantos dolores físicos y para el corazón, Juan que hermoso estás en esta foto siempre fuiste tan guapo te amé tanto porqué me hiciste eso te odio te odio te odio tanto no puedo creer que aún te amo ¡son tantos recuerdos!  Una vida mal vivida como quería te odiar los años ya me pesan demasiado, esta cajita de fósforo es de nuestro último encuentro en el hotel Puente no logro más cargar el peso de estos recuerdos ya voy a poner fin en esto… quema quema fuego aniquilador… que mi última actitud sea poner fin…
- Payaso - Triste por haber sido abandonado por su familia cirsense y camina solo intentando encontrar la felicidad.

Muchos pedruscos y arena me duelenlos pies y este maquillaje alegre me deprime Qué es deprimirse no sé porque esta sensación de vacío de estar en un mar oscuro y sin olas una calmaría que duele pero una dolor sin dolor Si eso es deprimirse puede ser soy deprimido Los leones del circo son deprimidos viven pues en jaulas donde no se mira nada donde no se siente nada pero mis pies duelen entonces no estoy deprimido porque no puedo sentir nada y si morirme van a buscarme van recordar que me olvidaron Pero otra vez estoy solo como voy a comunicarlos que me morrí Ya sé voy enviar una carta después de mi muerte Ah no es posible muerto no llego al correo Ai que tolo mismo triste soy payaso No querría ser payaso tengo que disfrazar mi rudez detras de un maquillaje muy malo de fato me gusta la chica que lo prepara o por lo menos me gustaba su olor de fresa me causa mareo ella se fue con los otros los otros son terríbles no les gustaban los payasos el camino se termina para dónde voy ahí está el mar creo que voy a deprimirme en el mar voy al mar para que luego llegue en algun hogar alegre ya que que deprimido no estoy pues aún me duelen los pies...

Una joven pedagoga infeliz rodeada de niños que le aburren




su vida tediosa y infeliz le pedía con gran desesperación un cambio estaba a punto de cometer una locura su vida estaba sin sentido sin esperanzas no quería estar en aquel lugar intentó mantener la calma respiró hondo y por un rato se dispersó de allí dejó sus pensamientos volar como si no hubiese más nada a su alrededor le gustaría estar en otro lugar muy lejos de allí de aquella confusión aquellos niños qué niños quería huir desaparecer salir sin rumbo tal vez una playa desierta donde podría ahogarse y todo estaría acabado no era joven demás para morir quizá algo menos dramático o entonces más sutil como un campo o un jardín un jardín secreto claro ya que quería estar sola debía de ser un lugar bello ahora estaba la sentada mirando las cosas las flores los pájaros el sol el riachuelo todo sin prisa sin dirección nada le importaba solo el silencio el silencio de su soledad tan deseada tan anhelada que necesitaba hace tiempo se perdió otra vez por sus pensamientos más profundos sentía un vacío inmenso pero solo deseaba quedarse allí para siempre hasta la eternida

Un enterrador con 40 años de edad que trabaja hace 10 años en esta profesión. Caracteristicas patizambo y hombre forzudo pero sensible.


"Ay no esos algodones en las narinas me dan ganas de estornudar y por qué por qué los maquillan tanto acaso van a una entrevista de empleo celestial? nunca vi a un muerto tan sanito seguro que estas muerto? y lloran adelante mio madres abuelas hijas y gente que pense que no lloraba pero bueno claro si ellos pueden yo tambien yo no me parezco a alguien que llora aunque si ya se que no lo conozco pero comparto su dolor no no el dolor del muerto que muerto sigue y no se que siente que sentira? yo te hablo del dolor de esas mujeres ok basta no seas maricón que en 10 años de profesión ya tendrias que estar acostumbrado entonces diganle a esa niñita que pare de llorar que no me aguanto fuerza fuerza ya falta poco una pala de tierra más respira listo ya paso mis condolencias a las señoras oh si estoy bien me entro tierra en el ojo."

La puta madre que me parió



Una prostituta ya casi decadente. Profesión cruel para las que pasaron los 30. Se siente invisible durante algunas noches y en otras quisiera serlo para no tener que enfrentarse a esos tipos. Se arrepiente del camino que siguió, pero no se ve llevando otro estilo de vida...

... no tuve opción porque nací en el mismo sitio que años más tarde se volvería el lugar donde trabajo ay qué vida ingrata la mía estar como en una cárcel condenada por un crimen que no cometí pienso a veces que si pudiera y tuviera coraje me mataría pero no tengo fuerza suficiente para hacerlo soy una cobarde no logro moverme de este lugar y estos hombres son todos cómplices de esa vida miserable cómo los odio y cómo los quiero lejos de mí y en estas horas horribles que paso junto a mi cama cuando estoy sola quiero ser un fantasma me da igual estoy condenada a  vivir sola y los hombres sucios que se acuestan en mi lecho ya no me miran en la cara nunca me miraron qué ilusión la mía ¿cómo yo siendo puta quisiera que fuera diferente?

Sé que es difícil  y tengo que continuar pero cuando miro mis hijos me pregunto se fuera ellos Solo no sé se las personas quieren eso entonces mis hijos su papá ya se va y vuelvo con regalos que irá alegrarte mismo que para eso una mujer extranjera tiene que morir es violenta está vida lo sé y ahora  a los cincuenta años de edad mi bigote ya no quiere las mismas cosas de antes soy un grande hombre y puedo hacer todo pero no puedo sentir la culpa que me hace falta que cambie mi propia vida. En calle  hay tanta droga cuanto hay en la sociedad que desfruta de mi prestigio Ha decidido voy cambiar mi vida.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Lo Puedo Lograr



Una chica de 18 años llena de sueños

Cuando era pequeña solía bailar adelante del espejo imaginando que yo sería la mejor bailarina del mundo Ahora estoy con dieciocho años y soy la mejor en la escuela de danza Pero hay una chica que se cree mejor que yo Pobrecita no sabe que tengo planes para ella Yo nací para ser una estrella Aunque que cueste la vida de alguien A veces me veo llevándola hasta la azotea de la escuela para charlamos porque ella piensa que somos amigas Nos veo tomando unas copas ella más que yo claro y al invitarla a mirar el paisaje nocturno accidentalmente ella se  Yo lloro las personas me consuelan  y yo finalmente tengo el reconocimiento que merezco.