Una nueva modalidad de lenguaje surgió con la llegada de los chat. Los chat consisten en entornos virtuales donde la gente se encuentra para charlar a través de la computadora o celular. Estas conversaciones exigen agilidad porque sería muy aburrido para la persona que está del otro lado quedarse esperando mucho tiempo por la respuesta ya que nuestras manos no son tan ágiles para digitar como nuestra boca para hablar.
Para disminuir el tiempo que se gastaría en teclear todas las palabras, se usan emoticons, símbolos, abreviaturas y se escriben de una forma más próxima al sonido como una especie de transcripción fonética.
Creo que una vez que la persona conozca la norma culta no hay ningún problema en usar el internetés, ya que la lengua no es una convención estática sino dinámica y para cada entorno se puede usar una forma de comunicación distinta.
Las nuevas tecnologías siempre traen novedades para la lengua y pienso que eso no es contaminación, es evolución. El uso viene primero, las reglas llegan después. Y con el uso, los diccionarios acaban incorporando nuevas palabras, tales como: internet, chatear, ratón, ordenador, hacer clic, descargar, en línea, navegador... Si consideramos que la variedad es algo bueno, entonces la lengua no está perdiendo, sino ganando.
Cuando el ‘internetés’ está dentro de la red (en su ambiente natural, como el mar para los peces) puede proliferar a su gusto. Quizá el problema esté cuando empieza a aparecer en otros contextos, perturbando la forma de las palabras, comiéndoselas como monstruo marino.
ResponderEliminar