Apenas se abrazaban, algo como un remolino
los aproximaba, encajaba, coordinaba sus movimientos. De pronto llegaba el clímax,
la convulsión mental, el jadeo previo al húmedo agradecimiento femenino y las
contracciones intramusculares, haciendo con que el tiempo pare en una atmosfera
de alivio.
------------- actividad referente a la
propuesta de 26/11/2012 -------------
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