La
primera luz del día trae consigo el calor que hizo con que José pensará en solo
una cosa: ¡playa! Ya en un sitio que le pareció bueno, cerca de un árbol, se
sentó en la arena. Miró por horas el mar, siendo tomado por una paz que hizo
desaparecer a todos en su alrededor. En eso viene una mujer muy sexy y le
pregunta: ¿me deseas? En un impulso dijo que sí y empezaron a hacer el amor ahí mismo. Hombre y mujer unidos
naturalmente. Al fin, aun con la respiración fuerte, ella le confesaba que desde
que lo conoció… Entonces, mientas él la
interrumpía diciendo que era mentira y que estaba equivocada porque jamás la
había visto antes, él vio el sol se despegar
del cielo y venir en su dirección. ¡Bán! Recibió un
fuerte golpe en la cabeza. Aturdido vio a un niño le pedir disculpas y salir corriendo con su
pelota amarilla. La playa estaba llena y José solo.
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