sábado, 10 de diciembre de 2011

Escriviviendo neuróticamente

Charlamos una vez acerca del por qué, o para qué, uno escribe. Yo fui una de las que dijo que porque soy neurótica, en aquél momento yo tenía dudas, en este momento ya no las tengo. Reflexionando acerca de esto de escribir me di cuenta de por lo menos dos cosas, la primera es que, de hecho, escribir es el 1% inspiración y el 99% transpiración. Sin embargo, en mi opinión neurótica, la inspiración es esencial, es todo, porque es ella quien me enseña la piedra con que trabajar, es ella quien me dice: tendrás que hacer una escultura, agarra la piedrita esta y dale sentido, orden, forma, quizás brillo, bueno, lo que quieras, ¡a trabajar! Ella es mi jefe. Y la inspiración no me encarga de estas tareas si estoy escuchando una canción, leyendo poemas, admirando la naturaleza, ella siempre me llega cuando me alejo de ella. Ella viene cuando hay la piedra y ya no puedo escuchar la canción, leer los poemas, cuando ya no (la) veo más. La piedra nos separa, por eso la inspiración la señala y me dice que hay que trabajar, hay que sacar esta piedra de ahí. La segunda idea se enlaza con lo anterior, porque me di cuenta de que escribir justamente te saca de donde estás (por favor, ignora esto si no eres neurótica/o) y, aunque la piedra te acompañe, te vas para aquél taller en que no hay nada, no hay tiempo, no hay gente, sólo la piedra y tú y unas pocas herramientas. Te fijas en tu oficio, transpiras, te alejas para ver cómo está saliendo la obra, la admiras, la rechazas, la cambias, te cambias, laburas un poquito más y luego la piedra no es más tuya, la conviertes en otra cosa y consigues devolvérsela al mundo, no se sabe qué mundo es este, pero la cosa ya no tiene que ver contigo, qué le va a pasar ya no te importa, ya nada te importa, ya pasó, lograste una vez más deshacerte ecológicamente de la piedra y regresas del sitio de la escritura como que en un trance de paz, inspirada/o nuevamente por la inspiración, ¡eso es todo un ciclo! Por eso yo escribo y seguiré escribiendo, por neurótica, porque a veces quiero matar a medio mundo y me pongo satisfecha si mato solamente a un viejo baboso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario