lunes, 14 de noviembre de 2011

Un día aquella ciudad desapareció, sumió completamente de nuestros ojos. Tan silenciosamente y de tal forma que fue acabando con una vida intera de perfecta comodidad y ilusión. Las personas si veían perdidas y desoladas. Pero, poco tiempo después, comprendieron que durante aquellos treinta largos años habían estado viviendo en un total espejismo.

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