Una prostituta ya casi decadente. Profesión cruel para las que pasaron los
30. Se siente invisible durante algunas noches y en otras quisiera serlo para
no tener que enfrentarse a esos tipos. Se arrepiente del camino que siguió,
pero no se ve llevando otro estilo de vida...
... no tuve opción porque nací en el mismo sitio que años más tarde se
volvería el lugar donde trabajo ay qué vida ingrata la mía estar como en una
cárcel condenada por un crimen que no cometí pienso a veces que si pudiera y
tuviera coraje me mataría pero no tengo fuerza suficiente para hacerlo soy una
cobarde no logro moverme de este lugar y estos hombres son todos cómplices de
esa vida miserable cómo los odio y cómo los quiero lejos de mí y en estas horas
horribles que paso junto a mi cama cuando estoy sola quiero ser un fantasma me
da igual estoy condenada a vivir sola y
los hombres sucios que se acuestan en mi lecho ya no me miran en la cara nunca
me miraron qué ilusión la mía ¿cómo yo siendo puta quisiera que fuera
diferente?
No hay comentarios:
Publicar un comentario