lunes, 12 de noviembre de 2012

La Revuelta de Naufragados


En la Punta del Caiacanga Sur, dos pescadores charlan:

- ¿Haz pescado algo viejo? – preguntó un joven a su padre

- ¿Qué dices mi hijo? – replicó su padre

El hijo aproxima su bote del de su padre y repite:

- ¡Te dije que se haz pescado algo!

- ¡No!

-¿Qué vamos hacer viejo? Todos tienen hambre en casa, tenemos que cruzar el canal, allá sí que hay hartura.

- No podemos cruzar mi hijo. Ya sabes que el mar abierto es muy peligroso y las grandes compañías de pesca usan armas de fuegos a quienes se aventure por allá.

- ¡El pez esta allá papá! No me voy acobardar y dejar que nuestra gente se muera de hambre… Quédate acá que yo me  voy.  Se no vuelvo en hasta dos horas puedes llamar a los demás pescadores de los poblados vecinos y salir a buscarme.

Habían pasado ya 4 horas de la salida de su hijo, cuando el señor salió a buscar ayuda de otros pescadores del sur de la isla y empezaron lo que se llamó La Revuelta de Naufragados. Hoy los pescadores artesanales pueden salir a pescar en mar abierto sin preocupación.

(Pedro e Diogo)

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