viernes, 23 de septiembre de 2011

La cena.

Julián, un hombre de 35 años, casado, tiene dos hijos pequeños y una mujer. Trabaja en una oficina pública. Él hace 8 horas diárias de trabajo. Es una persona simples y no le gusta de cosas complejas. Solo que lo encanta eres su gusto por vehículos de motor.
Joana, su mujer, es muy hermosa, más nueva... Pero Julián se lleva mal con su mujer. Hoy comió ravioles a la bolañesa en almuerzo hecho por ella y ahora se relaja en la oficina oyendo música pues antes ha discutido con Joana. Empeza a nevar fuera y esta casi en la hora de ir para su casa. Sin embargo Julían no contento quería quedarse más allí en su trabajo, como un escape. No puede trabajar derecho pensando en la discusión con Joana por los alimentos.
Reducindo al mínimo lo que pasó él decide cerrar la oficina y ir a una floristería y así se fue. Compró rosas rojas para llegar en casa. Al llegar en casa, vio que su esposa estaba en la ducha. Llamó a sus dos hijos y organizó una sorpresa. Al poner la mesa, dejó las rosas en un florero y cocinó muchas cosas buenas. Joana al llegar a la sala y ver su familia se quedó emocionada olvidando todo lo que pasó antes y toda la familia terminó el día con una noche animada y una deliciosa cena.

2 comentarios:

  1. C: Las rutinas familiares parece que se transforman con un poco de ánimo por parte de cada uno. Mi curiosidad está en los ravioles ¿qué les pasaba para hacer discutir a la pareja? ¿Tenían demasiado ajo, la salsa no combinaba o simplemente estaban asquerosos? O quizá Julián no pudiera comer ravioles. É aquí un misterio.

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