lunes, 19 de septiembre de 2011

Rita, la soñadora

Me llamo Rita, tengo 28 años y trabajo como camarera en el Quiebrahielo. Esto es un trabajo temporario, porque quiero dedicarme al arte. Estudio la carrera de Cine y últimamente he participado de varias pruebas para trabajar en la tele. Estoy casi segura que me van a llamar para la próxima novela de las nueve, por la forma como el director me miraba, creo que reconoció mi talento. Salí por mi abuela, ella fue una artista de la radio y del teatro muy famosa, todo nuestro barrio aun la recuerda.

Mi novio Antón trabaja un montón. El pobrecito es enfermero, de momento, porque algún día si dios quiere llegará a cirujano, pero de momento se esfuerza mucho. Todos los días se queda trabajando hasta más tarde. Tiene un corazón de oro, siempre está ayudando a sus compañeras con los trabajos del curso.

Si dependiera de él, ya estaríamos casados, pero yo no quiero apresurarme, porque él es muy celoso y eso podría ser peligroso cuando la gente comience a pedirme autógrafos. Primero tiene que aprender a controlarse, después veremos lo de casarnos.

¿Y esto que está aquí debajo de la puerta?... ¿una carta? ...A ver...no dice nada en el sobre... ¿Será de algún admirador? ¿Me contratarán para la novela?...Ya conozco esta letra es de Antón, uy, dios mío, menuda letra!

“Mi amor, infelizmente sucedió algo terrible. Mi abuelita que vive al otro lado del mundo se puso enferma y me necesita. Lo siento muchísimo. No sé cuando volveré, pero te deseo lo mejor.

Para siempre tuyo. Antón”

1 comentario:

  1. Le cambiaste totalmente el tono al relato habitual. Lo que podría ser un desengaño aquí aparece como un cuento de humor. La ironía con que Rita trata al novio nos permite a los lectores ironizar también, después de leer la carta, sobre su corazón de oro. El comentario de la letra de Antón también es genial.

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