Desde la invención de la escrita los instrumentos para la comunicación verbal evolucionan sin parar. Diferentemente de la escrita guardada en libros, hay mensajes que necesitan llegar de alguna manera a su receptor. Ya existieron palomos correo, mensajeros corredores o en caballo, el correo marítimo y aéreo. Estos medios transportaban mensajes escritas a pena, después a bolígrafo, a máquina de escribir manual y eléctrica, hasta las impresoras a láser.
Hoy, a través de la internet es posible alcanzar el receptor del mensaje instantáneamente y sin necesidad de tinta y papel. La red creó la posibilidad de la comunicación instantánea, en tiempo real. No hay que esperar más que minutos, en se tratando de correo electrónico, o segundos en los chats de sitios de relación y softwares de mensajes instantáneos, entre pregunta y respuesta. Eso permitió el surgimiento de un nuevo tipo de lenguaje, destituida de la necesidad de corrección ortográfica y gramatical a causa de la prisa y de la efimeridad de tal tipo de comunicación. Lo importante es ser comprendido y buscar la síntesis.
La verdad es que, en principio, las personas usaban los chats e intentaban respetar las reglas de la ortografía y puntuación. Pero había problemas con los caracteres que no podían ser leídos en diversos editores de texto, principalmente en portugués, con tantas tildes y el malhadado cedilla. Sin embargo, muchas abreviaciones usadas en los chats ya eran utilizadas en borradores y procesos de escritura rápida en tinta y papel.
Lo problema es utilizar ese tipo de registro especifico en otros ámbitos, como el académico o profesional. Volvemos a la vieja cuestión de que hay que aprender y enseñar a escribir con clareza en la variedad estándar para que uno sepa expresarse y ser comprendido por medio de la escrita en cualquier situación. Como registro, el “internetés” es muy interesante, puesto que utiliza soluciones creativas para lograr la comunicación y no usa solamente palabras, pero símbolos muy interesantes para diversas situaciones y emociones del escritor.
Y si alguien clamar por los pobres niños y jóvenes que suelen ser alfabetizados en internetés vale recordar que ellos utilizan la computadora, los celulares o que sea, con autorización de los adultos, en casa o en la escuela, y que no vale criticar las estrategias de comunicación se uno nunca fue enseñado a percibir la diferencia entre una disertación y un chat. Es óbvio que la lengua de la escuela es la variedad estándar! Además, hay todo un universo de escrita en esa variedad y hay que concentrar los esfuerzos educativos en la posibilidad de acceso a esos materiales por la juventud, y no perder tiempo intentando condenar o limitar una modalidad de comunicación eficiente, popular y de uso estricto.
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