jueves, 22 de septiembre de 2011

Mientras unos critican, otros se comunican...

Desde la invención de la escrita los instrumentos para la comunicación verbal evolucionan sin parar. Diferentemente de la escrita guardada en libros, hay mensajes que necesitan llegar de alguna manera a su receptor. Ya existieron palomos correo, mensajeros corredores o en caballo, el correo marítimo y aéreo. Estos medios transportaban mensajes escritas a pena, después a bolígrafo, a máquina de escribir manual y eléctrica, hasta las impresoras a láser.

Hoy, a través de la internet es posible alcanzar el receptor del mensaje instantáneamente y sin necesidad de tinta y papel. La red creó la posibilidad de la comunicación instantánea, en tiempo real. No hay que esperar más que minutos, en se tratando de correo electrónico, o segundos en los chats de sitios de relación y softwares de mensajes instantáneos, entre pregunta y respuesta. Eso permitió el surgimiento de un nuevo tipo de lenguaje, destituida de la necesidad de corrección ortográfica y gramatical a causa de la prisa y de la efimeridad de tal tipo de comunicación. Lo importante es ser comprendido y buscar la síntesis.

La verdad es que, en principio, las personas usaban los chats e intentaban respetar las reglas de la ortografía y puntuación. Pero había problemas con los caracteres que no podían ser leídos en diversos editores de texto, principalmente en portugués, con tantas tildes y el malhadado cedilla. Sin embargo, muchas abreviaciones usadas en los chats ya eran utilizadas en borradores y procesos de escritura rápida en tinta y papel.

Lo problema es utilizar ese tipo de registro especifico en otros ámbitos, como el académico o profesional. Volvemos a la vieja cuestión de que hay que aprender y enseñar a escribir con clareza en la variedad estándar para que uno sepa expresarse y ser comprendido por medio de la escrita en cualquier situación. Como registro, el “internetés” es muy interesante, puesto que utiliza soluciones creativas para lograr la comunicación y no usa solamente palabras, pero símbolos muy interesantes para diversas situaciones y emociones del escritor.

Y si alguien clamar por los pobres niños y jóvenes que suelen ser alfabetizados en internetés vale recordar que ellos utilizan la computadora, los celulares o que sea, con autorización de los adultos, en casa o en la escuela, y que no vale criticar las estrategias de comunicación se uno nunca fue enseñado a percibir la diferencia entre una disertación y un chat. Es óbvio que la lengua de la escuela es la variedad estándar! Además, hay todo un universo de escrita en esa variedad y hay que concentrar los esfuerzos educativos en la posibilidad de acceso a esos materiales por la juventud, y no perder tiempo intentando condenar o limitar una modalidad de comunicación eficiente, popular y de uso estricto.

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