viernes, 12 de octubre de 2012

Ahora estaba en la parte más agradable de la casa, un verdadero palácio aquella casa, fruto de muchos años de trabajo del matrimonio. Ahí havía un pasillo largo, decorado con retratos de família, unas pocas macetas con flores de esas comunes en las casas antiguas. anadaba quizá un poco distraído, sin comprender lo que venia de ahí adelante, se dejó llevar por la rutina, tenía que llegar a la habitación, cambiar la ropa y volver al hall, y salir nuevamente al club o a la cafetería, siempre lo mismo. Talvez esa rutina y tranquilidad le impidió de prevenir la traición. Cuando vió que su mujer parada al lado de la cama nuda se lanzaba con una animal  pasión que hasta entonces no conocía a un cuerpo desconocido a pesar de las luces plegadas, cosa que también era novedad, ya era tarde para soluciones fáciles.

1 comentario:

  1. Buen contraste entre la sensación agradable del inicio, rutinaria pero feliz, y la imagen final, que es muy chocante. La mujer parece cualquier cosa (un gato, un fantasma) menos algo conocido.

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