Eran las 11:50 de la mañana de un viernes, una chica
rubia bajaba las escaleras del CCE y para ella recién había empezado el fin de
semana. Era el fin de semana del UFSCTOCK y la abertura del evento era una Muestra
de Corta Metrajes en el Centro de Cultura e Eventos. Tenía que irse, ya que era
una gran aficionada del cine.
Era día de pescado en el RU y la cola estaba gigante,
llegando hasta cerquita del CCE. “Nos vemos en la Muestra de Cortas.” dijo la
chica rubia a sus amigos que iban comer en el Restaurante de los Servidores. Salió
caminando junto a la cola, decida a buscar a alguien conocido más cerca de la
entrada. No tuvo dificultades y en un par de minutos ya estaba dentro del
restaurante, sirviéndose. Por lo plato que hizo, se puede ver que además del
cine, le encantan también las lentejas.
Saliendo del RU, rumbo al bosque, decidió pasar por
el CFH y comprarse un cafecito. En el camino, pasando por el Oasis, se acordó
de la fiesta de ayer que había sido tremenda. Ella no había dormido desde entonces
y todavía estaba un poco borracha.
El bosque esta divino, con un sol lindo y un buen
clima, había un grupo teatral en el placo y mucha gente para verlos. Levantó
bien la cabeza y pudo ver unos amigos, que lo pasaban muy bien mientras tomaban
una botella de vino. Se fue hacia allá y se sentó en el césped junto a ellos. Allí
se sintió muy a gusto y empezó a tomar un vinito con ellos. Ya habían tomado un
par de botellas cuando una mujer desconocida, que estaba sentada junto a ellos
dijo: “Ya empieza la Muestra de Cortas, ¿Alguien viene?”. Nadie dijo nada,
solamente la chica rubia se levantó y se fue con ella.
Las dos llegaron al local y empezaron a buscar a alguien
conocido pero el cine estaba lleno e ya empezaba el primer corta que sería La Metamorfosis de Franz Kafka. Encontraron
entonces dos sillas libres en un buen lugar y se pararon a mirar la peli.
¿Estás
bien?, preguntó la mujer desconocida al ver que la chica rubia se veía un poco
agitada en su silla, pero no tuvo respuesta, solamente oyó salir un extraño
ruido de su boca. Pensó que la chica era loca, que bromeaba o que estaba muy borracha
y siguió mirando a la pantalla. Cuando de repente, de sorpresa, la chica sale andando
por los pasillos del cine en cuatro patas, corría con mucha agilidad, pasando en
medio a la muchedumbre de estudiantes que veían a la película parados en el pasillo,
ya que no había sillas libres, y se fue en dirección a las escaleras que
llevaban a la salida del predio. La mujer desconocida, por miedo o quizá por vergüenza
de estar junto a tan extraña criatura, se hizo de desconocida y la dejó marchar
sin decir nada.
La chica rubia había llegado al baño del
Centro de Evento. Se miraba en el espejo y se veía una cucaracha. Podía ver su
cuerpo transformándose, como su espalda crecía, veía las dos antenas que salían
desde su frente y estaba segura de que podía sentir otras dos piernas naciendo
desde sus costillas. Estaba desesperada.
Salió corriendo en dirección al bosque, no
quería que nadie la vise de aquella manera en que se encontraba. Pasó volando
por el Planetario y sin que nadie la vise, se metió abajo del palco, hizo una
especie de nido y se quedó allá, escondida mientras su cuerpo se transformaba.
No podía comprender que le pasaba, no entendía
porque se había vuelto en una cucaracha. Pensó que podía ser un sueño pero no
era, podía ser un delirio por culpa de las bebidas de ayer y del vino del
bosque, quizá. Se acordó entonces de la lenteja del RU, quizá estuviese fuera
de la fecha de caducidad y le haya modificado genéticamente a su cuerpo, a
punto de causar esa mutación. No importaba, lo importante era que ella era una
cucaracha, se acomodó en su nido y logró relajar un poco, hasta que se quedó dormida.
Cuando despertó ya no era una cucaracha, sino
la misma chica rubia de antes. Salió de su cueva y la gente todavía estaba
sentada por el bosque. Se fue hasta donde se encontraban sus amigos y tomó otro
trago de vino.
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