Los chicos curiosos

Todas las mañanas cuando iba para la escuela, Pedro pasaba en una calle donde había una casa abandonada. Siempre que él miraba sentía pavor. Pero un día cuando volvía de la escuela con sus colegas, Julio y Joaquín, tuvieran la infeliz idea de entrar para ver o que había en interior de la casa.            

            Al llegar prójimo de la puerta oirán alguna casa se mover rápidamente como se fuera un bulto negro, mismo así no se intimidaron. Cuando entraron llamando para ver se tenía alguien todo se quedó muy silencioso y ellos continuaron a entrar por los cómodos con mucha curiosidad.

            El clima de suspense era tanto que se podría oír el corazón de los tres chicos batiendo fuerte. Después de un cierto tiempo no miraran más a nadie. Decidirán entonces bajar por la escalera para ver se había algo en el sótano. En este instante la puerta cerró y ellos quedaran aterrados. Súbito salió una figura muy extraña con una capa negra y ojos rojos, con un cuchillo en la mano hablando con un vozarrón que iría sacar sus ojos porque ellos no podrían ter entrado en la casa.

            Entonces la figura agarró Pedro por la mano y colocó en una mesa amarró las manos y los pies. En cuanto eso Julio y Joaquín quedaran gritando de pavor, pero nadie podría oír. Incomodado con los gritos la cosa extraña decide hacer una magia y  ellos pierden la voz. Pedro grita desesperadamente y desfallece, en este momento la cosa extraña saca la capa negra y los chicos pueden ver la monstruosidad de aquel ser. Piel de víbora, cuerpo de hombre y una mirada muy mala. Parecía algo venido del infierno, ellos nunca en sus cortas vidas habían sentido tanto miedo. Realmente estaban en peligro, la cosa tenía poderes y estaba decidida a sacar sus ojos. 

            En poco tiempo los tres chicos estaban sin sus ojos, solamente buracos negros en sus  caras y la sangre ensuciando el llano. En este momento una hermosa princesa entra por la ventana en un caballo alado y lucha con el monstro. Sus poderes mágicos son poderosos y el monstro cae muerto todo en pedazos.

            La princesa lleva los chicos en su caballo para su casa donde hay una hechicera que cura las heridas y les dan ojos de vidrio. Eses nuevos ojos pueden prever el futuro y los chicos quedan ricos al volver para sus casas. Pedro quema la casa, Julio empareja con la princesa y Joaquín escribe un libro para que esa historia jamás sea olvidada.