Que la
vida es algo que se lleva en serio, uno se va a saber más tarde, primero tiene
que perder un poco de tiempo viviendo. Cuando jóven, me quedé a buscar el
sentido de la vida, el sentido del amor, sentido de respirar, y poco viví, poco
amé, poco respiré.
Dejarse
llevar y sentir las olas en mis pies, sacar los zapatos que me aprietan y
correr detrás de uma gaviota son cosas que no hice, cosas esas que ahora
me hacen falta.
Aquella
sonrisa, las expectativas, las manos entrelazadas, aquel beso, las margaritas
en el jardín, el ruído de las olas al fondo, una felicidad
tranquila. Esas cosas hacen falta, pero eso uno se va a saber más tarde.
La
brevedad de la vida, el luto, la vejez, la soledad... Son cosas de hoy, y ya no
es más tiempo de vivir, siento las olas en mis pies, siento el pasado quedando
en el pasado, y me voy derivando por los ecéanos profundos y la marea no va a traerme de regreso.
Y en
estas noches desesperadas voy a llamarlo nuevamente y nuevamente, y sé que él
no estará allá.
El
tiempo solo nos trae la muerte, y mirar la muerte, convivir con la muerte no es
algo fácil, pero eso uno va a saber solo más tarde.
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